miércoles, 19 de diciembre de 2007

Goethe: Elegías romanas

Tiernas expresiones, cambia entre si una pareja enamorada.

¡Cuánto se habla! ¡Qué balbuceo en la conversación!

Es un himno que resuena sin prosódica medida.

Aurora, ¡cuántas veces te vi, amiga de las musas!

¿También acaso a ti el malicioso Amor te ha seducido?

Ahora veo que eres su amiga. De nuevo

me despiertas en su altar para el alegre día.

+
J. W. Goethe

viernes, 7 de diciembre de 2007

José Mª Amigo Zamorano: 'Más sobre Urbano Blanco Cea'

Nos ha enviado Urbano Blanco Cea su último libro 'El Alijar jara en flor'. Ha sido muy amable por su parte. Y se le agradece. Siempre ha sido muy considero con nosotros, sin que hayamos hecho nada especial.

Presentó el libro de poemas, porque es un libro de poemas, hace unos días en Las Navas del Marqués. Es lógico: El Alijar es una zona del pinar de este pueblo abulense donde él nació. Uno de los poemas dice:

"La plenitud de la dignidad / se logra en el reconocimiento de los errores / los dioses también se equivocan / mas ignoran como duele el corazón / y nunca rectifican. / No les perturba la muerte / pero necesitan al hombre / pues sin él no existirían / De ahí su envidia."

Es toda una declaración de guerra a las ideas preconcebidas, un asentamiento en la tierra, en el mundo, en su propio ser como Hombre, señor del Universo, libre de dogmas. "Desconfiad de de dogmas", escribe. Y añade: "no hay cielo sin tierra, sin cuerpo no hay alma". De modo que apartadas las telarañas que impiden el desarrollo libre, abandonadas servidumbres de antaño, ya puede el poeta vivir en paz, reconociendo, eso si, que "esta calma" que siente ahora "debe ser la fe perdida" porque todos nos acordamos del catecismo que nos decía, dogmáticamente, que fe era creer lo que no vimos. Y Urbano quiere tener los sentidos alerta, en pleno rendimiento (incluso quiere dar luz a los ciejos y oído a los sordos) Mediante ellos quiere ver, oír, tocar... Y, sin huir de la muerte, como un cobarde, desea ante todo vivir. Arder con la carne hasta consumirse. Podría decirse que buena parte de sus versos tienen una innegable carga erótica, son casi carnales. Erotismo y carnalidad en la medida en que se refieren a su pueblo; en el que amaneció a los amores.

Nos imaginamos a Urbano Blanco Cea cuando abandona su trabajo, en los madriles, como bibliotecario del ilustre colegio de notarios, camino de Las Navas, que dicen del Marqués, como un emigrante que vuelve cada semana a su patria, a su tierra de pinares. Allí debe evocar un tiempo que se va yendo, pero que lo ha hecho hombre. Efectivamente, allí bebió su primer trago de cerveza, fumó su primer pitillo... y abriría, temblando, su boca al primer amor, al primer beso y...

Lo ha moldeado este pueblo de Castilla como ella hace con sus gentes, ya dice el romance que "face a los omes e los gasta". Claro que le ha marcado, como marcan a las personas sus tierras. No hay mas que ver a una persona por la calle para saber que es un emigrante. Tiene algo en todo su ser que lo denuncia como forastero del lugar. Algo de esto constató el gran periodista Kapucinski.

¿Qué es lo que hace inconfundible al forastero? Multiples factores, siendo, quizá, la mirada nostálgica lo más característico: ese posar los ojos en las cosas que lo rodean, mientras está su mente recordando otros lugares para él más entrañables y que no están ahí.

Urbano, nos atrevemos a decirlo, es un emigrante en Madrid. Por eso comprende a esas gentes venidad de lejos. Y odia, por consiguiente, la xenofobia y el racismo. Así exclama en poema cortísimo: "¡Negro! / Como tu corazón / ¡Negra! / Como tu alma". Así de radical. No podía ser de otro modo este poeta que se proclama generoso: "Es muy sencillo: / cocina para otros / sé generoso". Es un principio de vida que le permite caminar por el mundo y morir tranquilo: "dejadme elegir mi vida y por tanto mi muerte".

Lean, lean a este poeta navero. Nosotros lo hemos hecho y lo hemos visto así, aunque tiene mas facetas y colores. Pero nuestra mirada, siguiendo a Pepe Bergamín, es subjetiva puesto que, como el decía, no somos objetos.



Lean. "El Alijar jara en flor"; autor: Urbano Blanco Cea; colección: "el toro de granito 36"; dirige: Jacinto Herrero Esteban; ciudad: Ávila.

martes, 6 de noviembre de 2007

Anábasis III

Sale el hombre durante la cosecha de la cebada. No sé que ser poderoso habló sobre mi techo. Y eh aquí que esos Reyes están sentados a mi puerta. Y el Embajador come en la mesa de los Reyes. (¡Que se los alimente con mi grano!) El Verificador de pesos y medidas desciende los ríos enfáticos con toda clase de restos de insectos

y de briznas de paja en la barba.

+

Saint-John Perse
(Anábasis III, primera estrofa)

miércoles, 17 de octubre de 2007

Fernando Rojas. ¡Calla, bobo! (*)

¡Calla, bobo! Poco sabes de achaques de iglesia y cuánto es mejor por mano de justicia que de otra manera. Sabíalo mejor el cura, que Dios haya, que viniéndola a consolar, dijo que la Santa Escritura tenía que bienaventurados eran los que padecían persecución por la justicia, y que aquellos proveerán el reino de los cielos. Mira si es mucho pasar algo en este mundo por gozar de la gloria del otro.

+
La Celestina
Fernando de Rojas

(Texto parecido viene en el 'Lazarillo de Tormes'. ¿Se copian los escritores o se influyen?)

__________
(*) Título nuestro

jueves, 6 de septiembre de 2007

Nordin Tidafi: 'Sol de mi Tierra' (10)

Poemas para  una literatura contra el racismo
__________


Paz sobre Argel la Bereber y del C.R.U.A. secreto.





Paz sobre mis hermanos llevados, sangre reconstruida fibra a fibra.

Paz argelina, toda de nombre vigilado, corola escarlata y rebelde.

Paz sobre mi pueblo absoluto, paz-pueblo.

Argelia de Yamila Bujired, guitarra rota dentro de una rosa.

Argelia de mágicas noches encadenada en Fadila Drif.

Argelia de Germaine Guerab, de Tury, de Amezián.

Argelia de preciosos hijos hundidos en sus rompeolas ácidos.


Ellos son el viento nacional tras la dignidad del día.


Nordín Tidafi

(De la antología 'Diwan africano. Poetas de expresión francesa'. Selección, prólogo y notas de Rogelio Martínez Furé. Editorial Arte y Literatura 1988. Palacio del Segundo Cabo O'Reilly número 4, Habana Vieja. Ciudad de La Habana, Cuba)

domingo, 26 de agosto de 2007

Ngoy Dominique: Oración para un Entierro en Mandú

Poemas para una literatura contra el racismo
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Tomado de:


Africano

Ngoy Dominique: 'Oración para enterrarse en Mandú'

Cuando la noche oscura haya bajado
a mis párpados cerrados para siempre
y este humillado y mondo esqueleto
pida volver, regresar a sus orígenes,
permíteme, oh Dios misericordioso,
que escoja mi sosiego entre las ruinas
de Mandú olvidadas por sus hijos ingratos.
El ciclón de pasiones o el miedo a la muerte
los llevará por toda la superficie de la tierra
y así, cuando la noche les encoja el corazón,
recapitularán lloriqueando.
Allí, acostado bajo una sencilla sepultura,
como tantos y tantos pobres de la tierra
jóvenes y ancianos antes del éxodo aciago,
esperaré la hora, el tiempo del veredicto.
En ese fúnebre montículo tan solo habrá
flores silvestres y una humilde cruz latina.
El caminante, al mirar esta austera tumba,
leerá, con el llanto en ciernes en sus ojos,
aquí reposa Dominique Ngoye-Ngalla
un don nadie manduano que no llegó a hacer
gran cosa por su patria
sino amarla con fervor.
Que la paz sea con él
y descanse tranquilo.


Ngoy Dominique

(Versión de José Mª Amigo Zamorano, libérrima, de la poesía 'Oración para enterrarse en Mandú'; de 'Poemas rurales', 1974)

viernes, 27 de julio de 2007

Variedad de opiniones

La palabra es barata, el trabajo caro.

Sami Frasheri

.
Y ¿qué calidad de sangre? Una sangre tan pobre como la menstruación de una solterona reseca.

Ahmadou Kourouma

.
No es preciso ser poeta o escritor para reencontrarse con Goethe. Basta tener conciencia de nuestra condición humana...

Thomas Mann

.
... mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.

Jorge Manrique

.
Has leído un millar de libros
y ¿qué es lo que sabes?
¿Había una membrana
entre la página y tu ojo?

Robert Mezey

.
Este mundo bueno fue
si bien usásemos de él,
como debemos.

Jorge Manrique

martes, 24 de julio de 2007

Efraín Huerta: Carta a Rosarito Ferré

No importa. No me importa.
Francamente me importa un soberano carajo.
Ya agonicé lo suficiente.
Amé lo más, lo más que pude, lo que pude más,
y me siento como fresno podado,
un río seco, un cielo desestrellado.

Así pues, tengo pocos tesoros
las fotografías de Morelia
-algún Amor Perdido, ¿y qué?,
pero cuando digo tesoro digo tesoro y es
una bellísima carta que un día de septiembre
me escribió desde nuestro, su San Juan, Rosarito Ferré,
a quien envío todo mi cariño y mucho más:
TODA MI ADORACIÓN.

+

Efraín Huerta
30 octubre 1977
(De 'Poesía libre', Nicaragua)

viernes, 6 de julio de 2007

Txabi Etxebarrieta: Las turbias potestades

Igaroa, igaro


Como el último pulso del mar
así tu recuerdo será
mi crepuscular pensamiento.


(Las venas grises del atardecer
abrirán aquel adiós
que nunca nos dijimos)


Y será el reino común de la tristeza y la esperanza.




Al borde de la desesperanza, el olor de la ciudad
es siempre el mismo.
Las turbías potestades de los cuerpos
confirman tremendas desdichas.


Etsiako kalerakean urriko usaia
beti bera da.


Arreak buruzagigo soñako.

+
Txabi Etxebarrieta, 1/5/66

miércoles, 27 de junio de 2007

Al-Hamadani


El verso que cae pesado:


'Cuando da no echa en cara su regalo
y dice a mi alma: "alma, dame tregua" '.


Al-Hamadani


El verso cuyo último pie del primer hemistiquio hiere mientras el del segundo sana:


'Avancé hacie él con una blanca espada masrafí
cual se acerca quien saluda dando la paz'.


Al-Hamadani


viernes, 22 de junio de 2007

Iswe Letu: A lo haiku

Una boca de clamores huecos
invocó al sagrado cocodrilo.
¡Cobardes, temblad!

martes, 12 de junio de 2007

La lentitud de los bueyes

Porque es aquí, en la acidez helada del beso originario de la mujer que tiene el vientre hinchado de tristeza, donde se incuba el pájaro invisible de la desolación.


Los espinos silvestres no podrán arañar la primera palabra, ni las lluvias podrán restañar las heridas que el vapor que se eleva del miedo depositó sobre el gesto.

Porque es aquí donde nacen las arenas movedizas del olvido.

Julio Llamazares
(La lentitud de los bueyes)

jueves, 24 de mayo de 2007

Iswe Letu: L@s Cobardes



En los exilios, continuamente, casi con obsesión, se ven valientes, por las arenas de la patria, caminando en tardes luminosas... de antaño, cuando un alba irradiaba, clara como el diamante, generosa y revolucionaria luz, hacia los cuatro puntos cardinales del planeta...

Y como aquello si que fue perfume generoso, se preguntan a menudo: ¿qué nos ha pasado? Quizás pesó demasiado el polvo del camino, andadura de tantos años de ausencia, sin recoger los frutos. O, tal vez, ese polvo, fantaseó con ellos, transformándose en una fina cortina de lluvia creadora.

Luego, el dolor ardiente de los ojos, les mostró el aire polvoriento cubierto de canallas. Y huyeron cobardes, ya sólo rosados, levantando el vuelo, cuando despunta un alba oscura y sucia como el carbón. Y como lo que hay hoy no es otra cosa que temor, siguen obsesionados preguntando: ¿qué nos ha pasado?

Pregunta que debieron hacerse antes, mucho antes, cuando dejaron abandonado, allá, en el fondo del espejo, al otro. A aquel que se quedaba, antaño, sólo ante el peligro, a resistir un alba, helada, por donde quiera que se le tocase.

Y esta cobardía, este hedor en vaharada, se ha venido oliendo varias veces en la vida: es el olor de la derrota. Pero cubren o tapan su muladar hediondo, soñándose en el camino de una tarde luminosa de su primera primavera.

viernes, 18 de mayo de 2007

Literatura Africana: proverbios


Solo hay una vida para los cobardes,
pero el hombre valiente no muere nunca:
su recuerdo es la herencia de la nación.

...

Los corazones de los cobardes,
buscan refugio en la carne de los cobardes.

domingo, 13 de mayo de 2007

Literatura Contra el Racismo: Aimé Cesaire

y digo
y mi palabra es paz
y digo y mi palabra es tierra
y digo
y
el Gozo
estalla en el nuevo sol
y digo:
por sabias hierbas el tiempo se desliza.

Aimé Cesaire (*)
(Las Armas Milagrosas)

El poeta, junto con Senghor, fundó la corriente poética llamada 'Negritud'. Nació en la Martinica.

Para una literatura contra el racismo

Iswe Letu: El alba de los almendros



Solo los almendros tienen escondida

el alba y la defienden celosamente.

Solo yo conozco la mansión y

guardaré el secreto para siempre.


Que nadie se preocupe por ella

pues saldrá a regalarnos la alegría

y lo hará para todos. Es un obsequio

que, no sin esfuerzo, merecemos.


No revelaré el secreto, mas si afirmo

que algo habrá que luchar para obtenerla.

No hablemos de la paz. Es el futuro.

viernes, 11 de mayo de 2007

José Bergamín / Jon Arzallus Eguiguren (3)

Tantísimos ojos vivos
que se ha comido la tierra
son los que abrieron los tuyos
para mirar las estrellas.

Hainbat begi bizi
lurrak irentsitatok
zituen zureak ireki
izarrak ikusteko.

José Bergamín
(Lo traduce al euskera Jon Arzallus Eguiguren)

jueves, 10 de mayo de 2007

M. Álvarez: epigrama

Quien se proponga vivir
como escritor, debe ir
donde se le pueda ver,
donde se le pueda oir,
donde se le pueda oler.

Poco importa conocer
el fruto de su trabajo.

Pues para estar en el ajo,
antes que dar de leer,
hay que tener desparpajo.

M. Álvarez

lunes, 7 de mayo de 2007

Iswe Letu: Me Voy a los Valles

me voy a los valles
--"¡Ayúdenme, muertos del cielo, ayúdenme!" -su voz sonó de roca en roca.

Los rayos del sol se cristalizan. Paranse las hojas de los árboles.
El leopardo se detiene. La culebra se enrosca. Enmudecen los pájaros.
Las ardillas, con increible ferocidad, trastornadas, se muerden.
Los monos, saltan de rama en rama chillando enloquecidos,
se agreden mutuamente como enemigos en un hogar absurdo...

--Me voy decidida a los valles del Ruvubu: ese es el nombre de mi río. Tengo calcinados los cabellos por el calor de los años; y mis insignificantes nalgas huyen hacia mis muslos, como rápida pendiente hacia el barranco.

--Dije, para mi misma -no sé por qué- que cacé un cerdo y lo que cacé fue una hoja seca... ¡Ay, Alá, el Misericordioso!, en el rango de acémila me coloca la esclavitud...

--Y ya hablo sóla... Y marco mi paso al paso de las vacas... Y voy como ebria por las gargantas del Gihanga y del Kibuye, contemplando los distintos riachuelos que van saltando de roca en roca; su sonido hace eco en las paredes rocosas que me rodean, envolviendo mi caminar...

--Pronto llegaré, como ellos, a las orillas del Ruvubu... El rugido de su caudal, violento y rebelde, siempre acompañó mi soledad... Espero que ahora no me desprecie...

--Tan sólo tengo un vestido, raído por demás, para teñírmelo de índigo, ¡doble amanecida!, como una jovencilla. Pero soy una anciana de cabello blanco que recuerda llorando su juventud, ante las hojas caídas del bosque...

--Lloro ahora que ya no tiene remedio lo que he hecho, pero... Me dio tanta rabia el haber sido el hazmerreír de todos... Rabia que no pude contener cuando me negó lo que todo el mundo conocía, menos yo, la interesada... Y... ¡zas!, le rebané el cuello con la navaja de afeitar...

--Toda la vida sufriendo. Y, como quien dice, toda la vida llorando... Aun recuerdo que lloré de rabia y de hambre, ya siendo niña... Sobre todo aquel año de sequía, cuando él, el amo, me robó el cerdo que con tanto esmero había criado por estas riberas del Ruvubu...

--Y después con halagos, zalemas, carantoñas, mimos... Y con amenazas... Me atrajo a su lado... Y me obligó a hacer cosas que yo no quería... Luego me fui acostumbrando a sus deseos, a sus manías...

--¡Ah, sus manías!... Una de ellas era la de estirarme los pechos, tensándolos, para afilar en ellos la navaja con que se afeitaba, ¡como si fueran cueros!, ¡maldita sea!... Lloraba de dolor... No me oponía por miedo a que hundiera la navaja en mi pecho y... también porque, ¡el cabrón!, me los acariciaba y los besaba y los chupaba después... y eso... me producía... un placer... casi infinito...

--A veces, al pasar la navaja, me cortaba y el dolor permanecía conmigo varios días; otras, la herida, no solo me dolía, se infectaba; supuraban mis pechos y, como no podía lamerlos, me pegaba, ¡maldito!...

--De todo eso hace mucho tiempo... hasta que hoy me lo encuentro en la choza, en la mía, con una de las mujeres de su harén, la más joven... Y me agarró los pechos, riéndose, sin duda porque ahora se parecen a piras de secas carboneras, ¡se habrá visto él en el espejo!, y se puso a aguzar la navaja, como antaño, con ellos y...

--Yo me reía también, con mi risa hueca, delirante..., en mi boca desdentada, de vieja pelleja... Pero me sentí humillada y rabiosa... Y le pregunté por lo evidente, por lo que todas las gentes ya sabían... menos yo... qué si había estado con ella, otras veces, en mi choza... y lo negó ¡el muy falso y traidor!...

--Y pasó lo que tenía que pasar... Y lloro, si, lloro, aunque no me arrepiento de nada... Contemplo, desde estas alturas, tus valles, Ruvubu. El sordo rumor de tus aguas rebeldes mece mi decisión.

--"¡Ayúdenme, muertos del cielo, ayúdenme!" -y su grito dolorido hace quebrar algunas rocas que se precipitan a lo hondo hundiéndose en su cauce.

Y el leopardo se paraliza. Y la culebra se enrosca.
Y los rayos de sol se cristalizan. De pronto las hojas
de los árboles se detienen. Y callan los pájaros.
Se muerden con ferocidad las ardillas, trastornadas.
Y los monos, chillando enloquecidos, se agreden;
van por las ramas como perdidos en un hogar extraño.

Y el Ruvubu, de aguas violentas y rebeldes, la acogió, amorosa y brutalmente, en su regazo.

domingo, 6 de mayo de 2007

Iswe Letu: Nunca Pierdas la Esperanza


nunca pierdas la esperanza


(para una antología contra el racismo)

No, nunca, nunca pierdas la esperanza, amigo... Ata, apretando bien, tus zapatos... O..., si no hay más remedio, tus abarcas mismas...

Y ponte en camino ya... Visita... ¡qué sé yo!... hasta los corredores más ocultos... Ahuyenta ese sueño que tienes acumulado de semillas tocadas por el hielo y la roña...

--"¡Ah, Uerdia, tallo de fresno, // cabellos como de esmeralda: // eres un ramo de naranjo // en pleno invierno." -canté nada más verte.

¡Ah!, si... aun me acuerdo..., que habiendo percibido mi pequeño seno, olvidaste atar tu odre... y yo me sonreí. Fue como una invitación, casi un convite. Preparé el lecho antes de proseguir mi camino: esperé con ojos vigilantes y oídos atentos... Enjugué el sudor de la frente con el reverso de la manga...

¡Ah, cómo temblabas!... eras como una campana que vibra, cuando, yo, anhelante también -para qué negarlo- te decía: "¿Me dejas porque estás sediento? ¿me dejas porque estás hambriento?... // Pues toma, toma mi pecho // por tí se desborda."

Desde entonces no he vuelto a olvidarte. "¡Ay, Uerdia, tallo de fresno, // cabellos de esmeralda: // eres un ramo de naranjo // en pleno invierno." -volví a cantar recordándote.

Nunca pierdas la esperanza: ahuyenta, amigo, ese sueño, que tienes ahí acumulado, de semillas besadas por el hielo y por la roña; y lánzate al camino.


miércoles, 25 de abril de 2007

José Mª Amigo Zamorano: Mundo de amenazas


HAI KAIS
Jardín de invierno
la luna como un hilo
una voz de insecto.
Matsuo Basho

 
Es, en un mundo lleno de amenazas,
para nuestros nervios,
tensados por la espera
y a punto de estallar
en comunión horrenda
con todo lo que existe,
la recia firmedumbre
de que el nacimiento de la aurora
seguirá audazmente su camino,


como un fino hilo de luz esperanzada.

martes, 24 de abril de 2007

Neruda: Oda al Sol


Hermosa

tu mirada,

apenas

tocas

la rama

nace

la primavera,

apenas,

cola de ámbar,

tocas

los trigales

y se derrama el trigo

repitiendo

tu forma,

pan

pan del cielo

horno sagrado,

tu no fuiste

estrella blanca,

hielo,

diamante congelado

en la mirada

de la noche


Pablo Neruda

lunes, 23 de abril de 2007

Iswe Letu: ¿Quién que...

¿Quién que...

¿Quien, que canta
como un triste ruiseñor
en el albor mañanero?:

-El viajero.


¿Quién que...

¿Quien que circunviene
con bajez, cintazo y clavel
la hermosa sobreflor?:

-Felipe "El Corrompedor".

viernes, 20 de abril de 2007

Edgar Allan Poe: SOLO



Desde las horas de mi infancia,


yo nunca fui como los otros;


no vi jamás como otros vieron,


no adoré ni odié como todos.


En la fuente común, yo nunca


bebí mis penas ni mis gozos;


y cuanto amé lo amé yo solo.


Pues ya en mi infancia -en esa aurora


de mi destino tormentoso-


de cada ser: -de cada abismo


que el Bien y el Mal lleva en su fondo


surgió ante mi- surge el Misterio,


que embruja el alma silencioso:


surgió del torrente o la fuente,


del quieto monte y mar sonoro


del lento sol que esclarecía


los aureos tintes del otoño


del relámpago que incendiaba


sobre mi frente cielos lóbregos


del trueno bronco y al tormenta


o de la nube que allá en lo hondo


de un claro cielo, perfilaba


quizá un demonio ante mis ojos.





Edgar Allan Poe
(Trad. Carlos Obligado)

miércoles, 18 de abril de 2007

Lope de Vega: 'A la batalla de África'

Oh nuncas fueras África desierta
en medio de los trópicos fundada,
ni por el fértil Nilo coronada
te viera el alba cuando el sol despierta.

Nunca tu arena inculta descubierta
se viera de cristiana planta honrada,
ni abriera en ti la portuguesa espada
a tantos males tan sangrienta puerta.

Perdióse en ti de la mayor nobleza
de Lusitania una florida parte,
perdióse su corona y su riqueza.

Pues tú que no mirabas su estandarte,
sobre él los pies, levantas la cabeza
ceñida en torno del laurel de Marte.

Lope de Vega (Soneto XV)

domingo, 25 de marzo de 2007

Antonio Machado: 'He andado muchos caminos'


He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas.


En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,


y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.


Mala gente que camina
y va apestando la tierra...


Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.


Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan a dónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,


y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.



Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra.




lunes, 12 de marzo de 2007

Rima LXI, Becquer (Gustavo Adolfo)


Quién, en fin, al otro día,

cuando el sol vuelva a brillar,

de que pasé por el mundo

¿Quién se acordará?


Becquer

lunes, 26 de febrero de 2007

Manuel Blanco Chivite: 'Miñano, castellano y afrancesado'



Por Manuel Blanco Chivite





Entre los personajes castellanos más complejos y cambiantes y, al mismo tiempo, menos conocidos hoy del XIX se encuentra, sin duda, D. Sebastián Miñano y Bedoya, natural de Becerril de Campos (Palencia), donde nació en 1779. De él nos habla Menéndez y Pelayo en su “Historia de los Heterodoxos”, Madoz en su “Diccionario Geográfico”; Alcalá Galiano en sus “Memorias de un anciano”, Baroja en varias de sus obras, amén del estudio que le dedicó Eugenio Ochoa.

Miñano, por sus cambios políticos de chaqueta –“cambios de casaca” decía Galdós- y su vida itinerante y diversa, es un personaje muy español, incluido su afrancesamiento.

Estudió en los seminario de Palencia y Salamanca. Formó parte de la secretaría de Luís de Borbón, arzobispo de Sevilla, de cuya catedral fue prebendado. Afrancesado, pasó a la secretaría del mariscal Soult, cuando este era capitán general de Andalucía durante la ocupación napoleónica. En 1812 pasó a Francia de donde no regresaría hasta 1816.

De talante liberal moderado, como todos los afrancesados, escéptico respecto a las capacidades populares y respecto a casi todo.

En el trienio liberal, 1820-1823, llegó a dirigir en Madrid el periódico “El Censor”, formando equipo con sus amigos Lista, Hermosilla y Burgos.

De 1820 data su obra más popular, “Los lamentos políticos de un pobrecito holgazán que estaba acostumbrado a vivir a costa ajena”, publicado anónimamente en forma de cartas. Se trata de una sátira contra el absolutismo y el clero y contra los sectores dominantes y exaltados del liberalismo doceañista y del trienio que arrinconaron a los viejos afrancesados. De los “Lamentos…” llegaron a editarse 60.000 ejemplares, “el mayor éxito editorial de su tiempo”, según Max Aub.

Menéndez y Pelayo califica la obra como una muestra de “ingenio castellano de buen donaire, extremado en el manejo de la ironía” y de “gracejo volteriano refinadísimo”.

La obra de Miñano durante estos tres años fue abundante y polémica: “Cartas de El Madrileño”, que vieron la luz en “El Censor”; “Discurso sobre la libertad de imprenta”, “Cartas de don Justo Balanza al pobrecito holgazán…

Bartolomé Gallardo, que ya había polemizado con él desde su puesto de diputado en el Cádiz de 1812, le lanzó un fuerte ataque durante el trienio en respuesta a un escrito de Miñano correspondiente al número 47 de “El Censor”. El texto de Gallardo, titulado “Carta Blanca” no sería el último de este autor contra el grupo de Miñano, Hermosilla, Lista, ya que en 1834 les llamaría “mercachifles de la literatura” en un nuevo folleto.

Sebastián Miñano pasó a Francia y se instaló en Bayona en 1831, en la finca ‘Buruchuri’, según cuenta Baroja en el tomo II de sus memorias. En esta época D. Sebastián había evolucionado en sus opiniones y era ‘partidario del despotismo ilustrado’ (Baroja). También evolucionó en el terreno religioso haciéndose protestante.

En Bayona, donde vivía ‘con una señora de apellido Ochoa, de la que tuvo un hijo, Eugenio de Ochoa, escritor y académico de la Academia Española’ (Baroja) publicó junto a sus viejos amigos afrancesados, ‘La Gaceta de Bayona’, de ideas moderadas que en alguna ocasión se imprimió en la imprenta de los abuelos de Pío Baroja (D. Pío y D. Ignacio Ramón), situada primero en la calle 31 de Agosto y más tarde en la plaza de la Constitución. En esta imprenta vio la luz igualmente la traducción que Miñano hizo de la ‘Historia de la Revolución Francesa’ de Thiers.

Desatada la primera guerra carlista, Miñano recibía en su finca de Bayona tanto a los enviados del bando liberal como a los agentes del pretendiente, Carlos María Isidro (Carlos VII). Cuenta el mismo Baroja que recibía dinero de ambos bandos, que le consideraban una especie de oráculo.

Murió el 6 de febrero de 1845, cuando preparaba su traslado a San Sebastián, ciudad en cuyo cementerio de Polloe fue enterrado.

D. Serafín Baroja, ingeniero y padre del novelista, jugaba al chito y a los bolos con sus amigos en dicho cementerio, utilizando alegremente algunas calaveras, entre ellas la de Miñano.





Manuel Blanco Chivite. Madrid, enero de 1994



(de las páginas 10 y 11 del nº 3 de la revista 'Caminar Conociendo')

sábado, 24 de febrero de 2007

Adhesiones al homenaje a D. Eusebio García Luengo

Homenaje nacional al escritor Eusebio García Luengo celebrado en el Castillo Palacio de Magalia (Las Navas del Marqués, Ávila)

ADHESIONES:

1. Aldecoa, Josefina - (Escritora y pedagoga, directora del Colegio Estilo , viuda del escritor Ignacio Aldecoa) - León


2. Amigo Zamorano, José María - (Director de la revista “Caminar Conociendo”) – Zamora


3. Arnedo Soriano, Elena.- (Escritora) - Madrid


4. Arnedo Sánchez, Juan José.- (Empresario).- Madrid


5. Ateneo Obrero de Gijón (Asturias)


6. Azcona, Rafael - (Escritor, guionista y director de cine, premio Goya) - Madrid


7. Baeza, Fernando (Editor, escritor, traductor, senador por el Partido Socialista en varias legislaturas, diplomático) - Madrid


8. Barrio Aznar, Dolores.- (Geóloga y economista, funcionaria del Ministerio de Hacienda) -

Madrid


9. Blanco Chivite, Manuel (Editor, Presidente de Ediciones VOSA y escritor) – San Sebastián


10. Caballero Donoso, Ricardo. – (Alcalde de Puebla de Alcocer) Badajoz


11. Castro, Fernando Guillermo. – (abogado y crítico literario) Madrid


12. Celis, José Luis de.- (Editor, Director del Grupo Editorial Ambos Mundos).- Salamanca


13. Crémer, Victoriano.- (Poeta y periodista, Premio Nacional de Poesía, Premio de Las Letras de Castilla y León, Premio Boscán, Premio Ciudad de Palma de Teatro y Ciudad de Barcelona de Poesía...) – León


14. Cuenca, Luis Alberto. - (Secretario de Estado de Cultura) Madrid


15. Díez-Taboada, Mari Paz (Profesora de Literatura de la Universidad de San Pablo, escritora, poetisa, Premio Alcorcón de Poesía) - Orense


16. Escudero Ríos, Antonio José.- (Investigador, hebraista) - Badajoz


17. García Reyes, Sergio (Psiquiatra) - Madrid


18. García Yebra, Tomás.- (Escritor, periodista del Grupo Correo) - Madrid


19. García, Daniel.- (Veterinario) - Madrid


20. Gonper, Juan.- (Médico, escritor, Coordinador del Centro de Estudios de Arte y Literatura de Castilla y León “CELYA” ) .- Salamanca


21. González, David (poeta) - Asturias


22. Gonzálvez Ruiz, Octavio.- (Abogado de Oviedo).- Badajoz (Puebla de Alcocer)


23. Gonzálvez Ruiz, Ramón.- (Director del Archivo y Biblioteca Capitulares de la Catedral de Toledo).-Badajoz (Puebla de Alcocer)


24. Gutiérrez Zamorano, Miguel. – (Agricultor) Zamora


25. Hernández Sánchez, José Ángel.- (Profesor y poeta, miembro de la Tertulia Literaria “Mediona 15”) - Salamanca


26. Iguerabide Sarasola, Juan Cruz.- (Profesor de la Universidad del País Vasco, escritor, Premio EDEBE de cuento infantil y Premio Euskadi de las Letras) – Guipuzcoa


27. Larrabide, Aitor L. (Licenciado en filología Hispánica por la Universidad de Deusto y Doctor por la de León) . Bilbao


28. Limpo Piriz, Luis Alfonso.- (Director del Archivo Histórico Municipal y Biblioteca Pública “Manuel Pacheco” de Olivenza).- Badajoz


29. Miguel Moreno, Pilar de.- (Psiquiatra).- Madrid


30. Morante, José Luis.- (Poeta, premio Luis Cernuda, Coordinador de la revista “Prima Litera”) - Madrid


31. Muñoz Quirós, José María.- (Poeta, responsable del Área Cultural del Ayuntamiento de Ávila, Premio Ateneo de Salamanca, Premio Tiflos de la ONCE de poesía, Premio Gil de Biedma...) – Ávila


32. Muñoz Ramírez, Francisco (Consejero de Cultura de la Junta de Extremadura) Badajoz


33. Muro Castillo, Matilde.- (Fotógrafa).- Extremadura


34. Páez Balgañón, José María.- (Psiquiatra y escritor, Premio Ignacio Aldecoa de Cuentos...) - Madrid


35. Pascual, Luis.- (Presidente del Ateneo Obrero de Gijón) - Asturias


36. Pecellín Lancharro, Manuel (Escritor, Catedrático de Filosofía y miembro de la Asociación de Bibliófilos Extremeños).- Badajoz


37. Pérez González, Fernando T. (Director de la Editora Regional de Extremadura) Badajoz


38. Pérez Martín, Ovidio (Poeta).- Ávila


39. Peris-Mencheta y Ríos Mélida, Luis Enrique (Economista, Presidente de la agencia de prensa “Mencheta”) - Madrid


40. Rosado Martín, Félix.- (Periodista de “Estrella Digital” y escritor) - Ávila


41. Santonja Gómez, Gonzalo.- (Catedrático de Literatura de la Universidad Cumpletense, Premio Castilla y León de las Letras, Premio Teresa de Jesús de Poesía, Premio Nacional de Ensayo de 1995 y otros, miembro de la Academia de Poetas de Castilla y León) – Salamanca


42. Soguero, Francisco M. - (Licenciado en Literatura Española por las Universidades de Deusto y León; especialista en el escritor palentino César M. Arconada) Bilbao


43. Chiloeches, Belén. Periodista - Actual corresponsal de CNN-PLUS y CUATRO en EE.UU. Madrid

martes, 13 de febrero de 2007

Caminar Conociendo, Nº 3: 'Titulares de Portada'


Editorial:
Poder Bibliotecario, por H. Escolar
Vicente Aleixandre:
Un Doble Aniversario
Años 50:
Literatura e Historia
Al habla con E. García Luengo
Escribe: A. Buero Vallejo
Entrevistamos a José Luis Merino
Historia, Leyenda y Las Navas
Romances:
Gerineldo y Delgadina
Nuevas colaboraciones:
T. Barbero, T. Berenguer, V. Crémer, G. Glez. de Andrés, J. C. Iguerabide, J. Israel Garzón, A. López Sánchez, L. de Luis, J. Mª Páez, F. Quiñones, C. Ruiz Bravo-Villasante, R. Zamorano

Editorial: 'Poder Bibliotecario' por Hipólito Escolar

Biblioteca de Alejandría

Editorial: Poder Bibliotecario (*)
Por Hipólito Escolar


Es indudable que la lectura enriquece el vocabulario personal, aumenta los conocimientos, desarrolla la inteligencia, facilita la necesaria sociabilidad del hombre, conforma la personalidad individual, satisface la curiosidad, proporciona respuestas a posibles dudas, distrae y gratifica con momentos placenteros.
Si esto es así, ¿por qué los hombres no corren tras los libros, llenan las bibliotecas y pasan la mayor parte de sus ratos leyendo? ¿Por qué solo leen libros la mitad de los habitantes de los países cultos? ¿Por qué un porcentaje elevado de los universitarios no lee nunca o casi nunca libros? Si es escasa la afición a la lectura de los libros, el hecho no ha preocupado en España a los educadores, que sería, a primera vista, los preocupados en provocarla, ni a los políticos, que debían diseñar medidas para aumentarla, ni a la gente en general, los posibles beneficiarios.
Recordemos que a lo largo de la historia, sólo una minoría muy exigua, la responsable de las creencias religiosas y de los valores morales, ha recurrido a la lectura de los libros. La mayoría, los que acataban el orden establecido, se ha tenido que conformar con la palabra oral para su formación y entretenimiento. Es más, en muchos siglos, la lengua escrita, por ejemplo el latín, fue distinta de la hablada: lenguas romances o vernáculas.
La lectura se generalizó a partir del siglo XIX como consecuencia de las revoluciones francesa y americana, que obligaron al pueblo soberano a participar en las decisiones políticas, con la consiguiente obligación de conocer las diferentes opciones. Los gobiernos tuvieron que preocuparse del desarrollo de la enseñanza en los niveles elementales y medios, y
Brotó con gran fuerza la prensa al servicio de esta idea y la literatura popular para justificar el empleo del aprendizaje de la lectura en personas de formación elemental.
Hoy, cuando hay una tendencia general a la alfabetización universal y cabía esperar que la casi totalidad de los hombres serían lectores de libros, nos encontramos con el hecho de que esto no es así porque han aparecido otros instrumentos accesibles y cómodos que solucionan al hombre de nuestros días las necesidades de entretenimiento e información, que proporciona el libro. Me refiero principalmente a los modernos medios de comunicación, como las grabaciones audiovisuales y la radio y la televisión.
Cabe pensar que el libro ha cumplido un ciclo histórico y que unos con nostalgia y otros con indiferencia podíamos dejarlo morir. Personalmente pienso que no debe ser así, que el libro es el recurso, a lo mejor el último cartucho, para evitar la disolución de la personalidad individual en la futura sociedad que lleva camino de parecerse más que a las sociedades históricas a las sociedades de insectos.
Los miles de libros que anualmente se publican, que por su inmensa variedad permiten escoger y leer lo que a cada uno le place, no lo que otros le dictan, representan la libertad de información frente a la televisión y la radio, que trasmiten mensajes uniformes seleccionados, no por el oyente, sino por minorías interesadas en propagar determinadas actitudes que terminarán por imponer unos pocos criterios y unos rígidos valores de la inmensa muchedumbre.
Pero el libro actual, y no es la primera vez que sucede en la historia, le corroe el vicio original que le aleja del lector: la valoración literaria, una tiranía impuesta por otra minoría, más interesada por el autor y por la creación, que por el lector y por la lectura. Cuando el autor escribe para la gente, no precisa ni del crítico ni del profesor de literatura para que se produzca la comunicación. A veces el autor no busca la comunicación con las gentes, sino la vanagloria, un puesto en la historia de la literatura y, a veces no tiene nada que decir a las gentes y recurre al artificio, a la pura forma. En estos casos, los críticos y los profesores de literatura se regocijan comentando la obra y el autor se siente orgulloso de haber despertado el interés de los especialistas.
La tiranía académica, iniciada por los bibliotecarios de Alejandría cuando crearon lo que después se llamó el canon alejandrino, es decir, las listas de los más notables cultivadores de cada género literario, ha impuesto a los bibliotecarios una valoración jerárquica, de las obras literarias, totalmente alejada de los gustos y apetencias de los lectores. Los resultados están a la vista: pocas gentes frecuentan las bibliotecas públicas y las obras mejor calificadas por la autoridad académica, las más abundantes en los estantes, normalmente permanecen impolutas, casi sin estrenar.
Por ello me gusta indicar a los bibliotecarios que, al seleccionar los libros no hagan caso de las valoraciones académicas, como no lo deben hacer de las religiosas y de las políticas, aunque las tengan en cuenta. La autoridad para ellos debe ser el lector que, además tiene la libérrima libertad de leer, en el caso de que le interese leer, lo que quiere y cuando quiere.
A la pérdida del complejo de inferioridad padecido por los bibliotecarios frente a los profesores y críticos de la prensa que sacan pecho gratuitamente, pues muchas veces alaban lo que no entienden ni las agrada, y la consecuente organización de los fondos de las bibliotecas conforme a criterios profesionales, es decir, atentos a las necesidades, preparación y gusto de los lectores, llamo yo poder bibliotecario.
Nuestra función es pontifical tendiendo puentes entre el autor y el lector, pues se encuentra en el canal de la comunicación y tiene como objeto conseguir que cada lector encuentre los mensajes que más le puedan apetecer y necesitar. No es una función, como pretendía Ortega en ‘La misión del bibliotecario’, reguladora de la producción y un filtro interpuesto entre el torrente de los libros y el hombre, porque el bibliotecario no puede ser un juez, un censor que califique a los libros de buenos y malos.
El poder bibliotecario, ofreciendo en sus centros una gran variedad de libros a una gran cantidad de personas con formación e intereses diversos, puede dar un cambio radical al rumbo lamentable a que se encamina la sociedad, favoreciendo a los autores que dicen algo valioso, ofreciendo un rico y variado muestrario de ideas y facilitando la formación de criterios personales independientes, que han de corregir la tiranía de los medios de comunicación de masas y consolidar una sociedad de personas independientes y responsables.

Hipólito Escolar
(*) Hemos cedido el editorial al ilustre biblioteconomista, que fue director de la Biblioteca Nacional, Hipólito Escolar. Esto no quiere suponer que estemos al cien por cien con sus ideas. Sus posiciones son suyas y nada más.

DE LAS PÁGINAS 3-4 DEL NÚMERO 3 DE LA REVISTA ‘CAMINAR CONOCIENDO’ DE MAYO DE 1994

Caminar Conociendo nº 3: 'Staf'

Dirección y coordinación de 'Caminar Conociendo' nº 3:
José Mª Amigo Zamorano
Coordinación periodística:
Susana Perales
Redacción y maquetación:
J. Mª Amigo Z.
José Bernaldo de Quirós
Eugenio Cabo López
Amparo Moreno
Puri Santamaría Luelmo
Ilustraciones:
Ricardo Zamorano
Fotografías:
M. Argazkia
Rafael Méndez Blázquez
Guillermo Torres
Pintura de Portada:
Arturo Martínez
Contraportada:
Collage biblioteca
Diseñaron el número 3:
José Mª Amigo Zamorano
(maestro de primaria)
Lola de Cea Rapp
(profesora de música)
Antonio José Escudero Ríos
(escritor y editor)
Javier García Jiménez
(técnico ventas)
Hugo Marcos Blanco y Iván Marcos Blanco
(estudiantes universitarios)
Pilar de Miguel Moreno
(psiquiatra)
Susana Perales
(periodista)
Puri Santamaría Luelmo
(encargada de la biblioteca)
Y las recomendaciones escritas de Isabel Escudero que no pudo asistir personalmente a la reunión
Distribución:
1.500 ejemplares
Edita:
Junta de la Biblioteca
Depósito legal:
AV - 176 - 94
Imprime:
Grafi 3

lunes, 12 de febrero de 2007

Leopoldo de Luis: 'VICENTE ALEIXANDRE: UN DOBLE ANIVERSARIO'


VICENTE ALEIXANDRE: UN DOBLE ANIVERSARIO

Por Leopoldo de Luís

Para mí, el nombre de Las Navas del Marqués se une a la biografía de Vicente Aleixandre. Ya se ha contado en distintos libros el hecho crucial del encuentro, durante el verano de 1917. Dos estudiantes de 19 años pasan juntos un mes en Las Navas y charlan de literatura. Uno de ellos, Dámaso Alonso, estimula al amigo, Vicente Aleixandre, para que aborde lecturas poéticas. Quizá haya quedar la razón a otro poeta, León Felipe, cuando escribió que los poetas no tienen biografía, tienen destino. Parece que ese destino visitó Las Navas aquel verano para diseñar el mapa no solo de un poeta, sino de la misma poesía española, porque la poesía española ha sido distinta después de Vicente Aleixandre. Si aquel muchacho, veraneante de Las Navas, no hubiese escrito nunca, la poesía española sería diferente.
Uno de los hitos de la lírica castellana cumple ahora, en 1994, el medio siglo. Sombra del Paraíso, probablemente el libro más conocido de Aleixandre, se publicó en mayo de 1944. Se escribió entre otoño de 1939 y otoño de 1943.
La revolución formal, que crea e impone nuevos ritmos, la belleza expresiva, la originalidad de las imágenes, convierten este libro en una joya de la poesía de todos los tiempos. Tres impulsos lo crean o, por mejor decir, con tres aspectos nos sorprende: los recuerdos luminosos de la infancia, vistos como un paraíso perdido; la sensación de pérdida de una edad de oro como infancia del mundo; la conciencia de la unidad cósmica, de una creación armoniosa o edén pre-adánico.
Sombra del paraíso vino a ser el milagro poético de la postguerra. Por ese libro la poesía volvió a ser hermosa, sin ser sólo hermosura.
No debe pasar este aniversario: medio siglo de la aparición de Sombra del paraíso, sin que recordemos y rindamos homenaje al altísimo poeta. La primera edición se acabó de imprimir en la imprenta de Silverio Aguirre, en Madrid, calle de General Álvarez de Castro, 40 –para ediciones Adán- el 23 de mayo. Volumen de 220 páginas, formato 17x23. Se tiraron 1.750 ejemplares, de los cuales 1675 en papel de edición y 75 en papel de registro. La cubierta, en cartulina color crema, se imprimió en verde, con una viñeta del pintor Eduardo Vicente. El mercado de las obras poéticas es tan feble, que para la primera edición de una de las claves de la poesía castellana no se previeron ni dos mil ejemplares. Con todo, su importancia era tal, que cuatro años más adelante, en 1947, una gran editorial, Losada, de Buenos Aires, lanzó la segunda edición, ya muy amplia, en su colección de ‘Poetas de España y América’.
El joven estudiante que en 1917 toma en Las Navas su primer contacto con la poesía, alcanza sesenta años después el Premio Nóbel: 1977. Al recordar hoy el aniversario de su gran libro, recordemos también que este otoño se cumplen diez años de su muerte: en la madrugada del 14 de diciembre de 1984. Dos efemérides en el mismo año, que bien merecen un acto de homenaje nacional.

Leopoldo de Luís

EN PÁGINA 5 DEL Nº 3 DE LA REVISTA ‘CAMINAR CONOCIENDO’. MAYO DE 1994. Y EN LA PÁGINA 6 DEL Nº 4 DE LA MISMA REVISTA DE MAYO DE 1995

Arsenio López Sánchez (*): Repoblación de Las Navas (A)


REPOBLACIÓN DE LAS NAVAS (A)

Por Arsenio López Sánchez

El rey de Castilla, Alfonso VI, después de llevar sus conquistas hasta Toledo (1085) activó desde Ávila la repoblación demográfica y la defensa de las tierras abandonadas a la vez que lograba la penetración cristiana en la cuenca del Tajo. La colonización por tierras de Salamanca, Ávila y Segovia, fue dirigida por el conde Don Raimundo de Borgoña, casado con Doña Urraca, hija del rey.

El conde facilitó la llegaba de repobladores, asentando en llanuras, bosques y campos del yermo a nuevas familias gallegas, asturianas, leonesas y vascoriojanas a quienes se asignaron tierras, pastos, pinares y alijares para su explotación. Eran campesinos libres, pastores y labriegos que fueron cambiando su primitivo asentamiento montaraz en las pequeñas aldeas del norte por otro más estable al norte y sur de la cordillera central (1), aunque de organización todavía rudimentaria, al lado de cristianos mozárabes e, incluso judíos, que ya poblaban el lugar y que conservaban los viejos moldes romanos y visigodos (lengua, religión y tradiciones)

Buscaban la orilla de un río, vados fértiles para el aprovechamiento ganadero y forestal y el abrigo de pequeñas colinas que fortificaban con torres aisladas para proteger las zonas conquistadas y evitar ataques de los reductos árabes aún no controlados o de emigrados dedicados al pillaje, con los que mantendrían frecuentes escaramuzas por el valle y la serranía en defensa de sus tierras y ganados.

Por un error de copia o trascripción del libro de Luís Ariz (2), en diversas publicaciones sobre Las Navas circula con insistencia un hecho legendario según el cual, en el mes de julio del año 1090 un pastor llegó a Ávila comunicando que una patrulla de musulmanes, capitaneados por Galafrón Alhamar, recorría los pinares de la zona y tenía atemorizados a los aldeanos. Raimundo de Borgoña envió a Las Navas a los caballeros abulenses Fernán López Trillo y Juan Martínez de Abroxo quienes dominaron a estos musulmanes tras una serie de refriegas, les hicieron huir y traspasar la frontera del Tajo, y devolvieron el ganado a los vecinos.

Con esta leyenda o tradición intenta demostrarse el comienzo de la repoblación de Las Navas con la existencia de dos navas en el siglo XI, que tras este suceso quedarían fusionadas en la primitiva aldea que dio origen a lo que es la Villa actual.

Debemos aclarar que tanto el cronista Ariz como el historiador abulense Martín Carramolino (3) mantienen dicho relato, pero no referido a Las Navas, sino a otros lugares de Ávila. Así, cuando se cita el paso de la cuadrilla por la ‘primera nava’ se alude, sin duda, a San Juan de la Nava, tras atravesar la sierra Paramera, y al referirse a ‘las dos navas-fondas’ se alude claramente a las aldeas de Oyofondo y Oyoquesero, nombres de los actuales Burgohondo y Hoyacasero, camino, a su vez, del puerto de que se nombra en el texto, que podría ser el Puerto del Pico, en ruta hacia Talavera y el Tajo.

Por lo tanto la repoblación de Las Navas no pudo depender de esta anécdota guerrillera, aunque es posible que hubiera un primer asentamiento de rústicos poblados en la vaguada de la Poveda y en la zona abrigada de la Retuerta que permanecieran muy aislados y dedicados al pastoreo durante largo tiempo, pues la colonización de Las Navas no tendrá lugar hasta finales del siglo XIII. En estos lugares se han observado enterramientos de carácter mozárabe, uno de ellos conocido por la tradición popular de la Villa como sepultura del moro.

La movilidad o trasiego de gentes durante la repoblación castellana cobró importancia a partir de los siglos XII y XIII, con la formación paulatina de las villas y aldeas. El territorio de Las Navas debió de experimentar un asentamiento muy lento, pues ‘al mediar el siglo XIII, los núcleos de población estaban muy repartidos y muchos se asentaban en las tierras más fértiles, dejando grandes volveros ocupados por páramos, por monte alto o bajo, o por pinares’ (4). En el actual espacio comprendido entre las laderas de Guadarrama, El Espinar, el Alberche, Robledo y Campo Azálvaro, la repoblación se fue retrasando debido muy posiblemente a la hostilidad del clima, a la espesa vegetación y la falta de caminos, pues en el siglo XIIera una tierra abrupta y salvaje, plagada de bosques y matorrales, fieras y venados, lo que contribuyó a que su auténtica colonización no comenzara hasta finales del siglo XIII y comienzos del XIV, mediante la cesión por al Comunidad de Villa y Tierra de términos de muchas navas para su explotación forestal y ganadera’ (5).

Arsenio López sánchez

TOMADO DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO', PAGS. 7-8, Nº 3. MAYO DE 1994

__________

(*) La bibliografía al final, es decir en la segunda parte del artículo

ARSENIO LÓPEZ SÁNCHEZ: 'Configuración de la Villa' (B)


CONFIGURACIÓN DE LA VILLA (B)

Por Arsenio López Sánchez

En torno al año 1240, el territorio abulense pierde su carácter fronterizo para convertirse en zona de retaguardia, de modo que en previsión de nuevas incursiones militares y correrías devastadoras de pueblos y cosechas, se erigen fortificaciones y almenaras en los altozanos. El torreón del castillo de Las Navas muy bien pudo ser una torre-vigía levantada sobre un risco estratégico a cuyas ruinas se adosaría el resto del edificio en el siglo XVI. Su diseño y sillería muy rudimentaria, con algunas aberturas y troneras sobre la misma roca, denotan que es construcción muy anterior al castillo.

Fernando III el Santo (1217-1252), tras unificar los reinos de Castilla y León, promueve el avance sobre Andalucía y la repoblación del valle del Guadalquivir, lo que provocó la disminución de efectivos humanos y el descenso económico de algunas comarcas castellanas ante la atracción ejercida por las tierras andaluzas y, en consecuencia, la necesidad de poblar nuevas aldeas.

Su hijo Alfonso X (El Sabio) promulgó desde Segovia en 1256 la Carta Fuero de Ávila y de sus villas y aldeas, por la que otorgó privilegios, donaciones y exenciones tributarias al estamento eclesiástico y a los caballeros que participaron con sus cuadrillas en la reconquista de territorios. En 1275, teniendo el rey conocimiento de aldeas, ‘las quales eran menguadas de tierras y que no tenian cumplimiento para labrar sus panes’, encomendó a los abulenses Gil Blázquez Dávila de la casa de Villatoro, a Hernán Lián y a Don Iñigo, ‘que fuesen a poblar Las Navas de Ávila y repartiesen heredamientos donde pudiesen labrar, e hizieren merced a cada uno de lo que hubiere menester’ (Ariz, pag. 266).

De forma que, hasta finales del siglo XIII, no comienza a configurarse la aldea de Las Navas. La documentación de la Casa Ducal de Medinaceli recoge en 29 legajos datos suficientes para la historia de la Villa, desde 1290 hasta 1906, y señala que las concesiones de la carta-privilegio del rey Sabio se ordenaron guardar y cumplir en todo tiempo según cédulas reales de Fernando IV el Emplazado (1295-1312), Enrique II el Doliente (1390-1406) y Enrique IV el Impotente (1454-1474), concesiones que fueron confirmándose a través de la línea sucesoria de la Casa de Villafranca y Las Navas.

Sí podemos advertir cómo la convivencia vecinal entre repobladores serviría para trasmitir modos de vida, trasplantar costumbres y adoptar denominaciones locales. Los nombres Alijar y Atalaya, lugares de los alrededores, son de origen árabe y bien pudieron encontrarse en el lenguaje común de los repobladores, o imponerse por mozárabes en contacto con grupos musulmanes. En Las navas también encontramos topónimos como Pajareros, Regajo, Retuerta, Poveda y Fituero, que corresponden a pequeñas aldeas del valle del Duero y la Rioja, posibles lugares de procedencia de repobladores. Resulta curioso observar que los cuatro primeros aluden a hondonadas o vados abrigados del terreno y de fácil asentamiento, mientras que Fituero representa un punto estratégico de defensa y vigilancia.

Entre las cuadrillas repobladoras y caballeros abulenses que recibieron, además, villas y heredades por sus hechos de armas al servicio del rey, estuvo la de Esteban Domingo, quien en su escudo de armas hizo campear los trece roeles o bezantes que hoy figuran en la heráldica de Las Navas del Marqués.

Arsenio López Sánchez


__________
Bibliografía:

(1) Valdeón, J. (1982): Aproximación histórica a Castilla Y León. Ámbito, Valladolid.

(2) Ariz, L. (1607): Historia de las grandezas de Ávila. Martínez Grande, Alcalá de Henares. Edición facsímil de la Caja de Ahorros de Ávila, 1978.

(3) Carramolino, M. (1872): Historia de Ávila, su provincia y obispado. Librería Española, Madrid.

(4) González, J. (1974): La Extremadura castellana al mediar el siglo XIII. Hispania, pag. 127.

(5) Represa, A. (1983): El Pendón de Castilla. Ámbito, Valladolid.

ESTE ESCRITO APARECE EN LA REVISTA ‘Caminar Conociendo’, Nº 3, PÁG. 8. MAYO DE 1994

viernes, 9 de febrero de 2007

VICTORIANO CRÉMER: 'Discurso Sin Destino'


Por Victoriano Crémer (*)

José Bergamín advertía que de ilusiones se vive cuando no se vive de verdad, cuando se vive de verdad, de ilusiones se muere.

Una generación española y muy concretamente la leonesa, la nuestra (ni quemada, ni perdida) nació al conocimiento allá por el año diecisiete, con la Revolución de Octubre en Rusia y con el ensayo revolucionario, con casi todo, en España, y que después de la prueba de la dictadura y de la obligación de la monarquía desembocó en la más negra de las contiendas, violando las tierras ‘por donde cruza errante la sombra de Caín’, dicho sea con música y letra de Antonio Machado; hasta descansar, nunca se sabe si en paz, aunque sí que sin gloria, bajo los escombras del muro de Berlín.
¿Cómo nos hicimos o cómo nos hicieron a los que prácticamente rompíamos entonces –‘a puñetazos puros’, según Blas de Otero- nuestra agria corteza de enterrados? ¿Cuáles fueron los caminos que hicimos al andar? ¿Hacia qué paraísos enderezábamos nuestros espíritus en llamas? ¿Quiénes fueron nuestros maestros y cuáles nuestros dioses, perdidos como nos encontrábamos en nuestros propios enigmas?
A este que a pie firme tiene la osadía de escribiros, los vientos cruzados, que nunca se sabe con certeza ni de donde procede ni quién los endereza, la han azotado a veces hasta con furia, para derribarle, que el idolillo era de barro y fácil de quebrar, sino para doblarle, que es la más alevosa intención del viento.
Hijo como era de esos trabajadores de la Compañía de Ferrocarriles del Norte de España, fui obligado a convertirme en esa resistente especie humana de ‘los que sirven para todo’. Y fui vendedor de periódicos, mancebo de botica, amanuense para ilustres jubilados, tipógrafo; o levantando velos censores como locutor de radio; e insistiendo en periódicos, revistas y folletos, en la fatal manía de pensar en el rescate, para todos los que formaban parte de mundo exterior, de la deseada flor de la libertad, sin ella, pensaba bien cristianamente por cierto, no podía haber Verdad, ni Belleza, ni Vida: ‘contemplo el mundo y renuevo las ansias/de libertad, que el hombre/sin libertad perece bajo las aguas/de lo injusto…’
Allá por los dramáticos años cuarenta del hambre de pan y de justicia de nuestra Era Hispánica, en unión de algunos compañeros mártires, nos dio por inventar una Revista de Poesía y de Crítica,Espadaña’ la titulamos, resumiendo la mitología sacral y rural de la verde espadaña de nuestras lagunas.
No estábamos solos, pues cuando la batalla se declara por el amor o la libertad, nunca se está solo, que hasta las piedras se conmueven. Y la Ciudad escondía hombres y mujeres a la justa medida del destino que se disponían a descubrir y a remover: González de lama, Luís López Santos, José Castro Ovejero, Anglada, Antonio Pereira, Eugenio de Nora, Josefina Rodríguez… y tantos otros.
Formábamos una generación de fugitivos, de anónimos, de clandestinos, pero manteníamos en pie los muros de la patria, de la Casa del Padre, a la invocaba desde sus prisiones el cabrero Miguel: ‘Pintada, no vacía/pintada está mi casa/del color de las grandes/pasiones y desgracias’.
Y los libros fueron el refugio de nuestra adolescencia en vilo.
Y precisamente en la única librería que por los años tremendos de las hambres totales había quedado en pie –la Biblioteca ‘Azcárate’- dieron en reunirse los iluminados padres de ‘Espadaña’. Una Biblioteca que era albergue de poetas, filósofos y demás gente de no buen vivir. Y fue allí donde nos dio por caer en la tentación de leer, pensar en voz alta y rechinar los dientes. Porque España no nos gustaba, ‘Espadaña’ fue, si se quiere y aun si no se quiere, la formulación crítica y lírica y humana de esta desazón nacional. Era como un Cuaderno de Navegación de una generación que no se resignaba a perder sus últimas ilusiones, teniendo bien presente las palabras de José Bergamín cuando advertía: ‘que de ilusiones se vive cuando no se vive de verdad; cuando se vive de verdad, de ilusiones se muere’.
Respirábamos sal y polvo/de estrellas, liberadas,/y con los héroes del sueño rompíamos los hierros/que a las columnas del templo nos ataban’.

Porque España no nos gustaba, ‘Espadaña’ fue, si se quiere y aún si no se quiere, la formulación crítica y lírica y humana de la desazón nacional’

Victoriano Crémer es poeta

TOMADO DE LAS PÁGINAS 9-10 DE LA REVISTA ‘Caminar Conociendo’ Nº 3, DE MAYO DE 1994


(*) Victoriano Crémer
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Victoriano Crémer (Burgos, 1907) es un poeta, novelista y ensayista español.
Hijo de un trabajador de la Compañía de Ferrocarriles del Norte de España, se trasladó siendo niño a León estudiando con los Hermanos Maristas.
Trabajó en su juventud como vendedor de peródicos, mancebo de botica, 'amanuense para ilustres jubilados', tipógrafo y periodista, al tiempo que se involucraba en las actividades de los anarcosindicalistas de León, donde ha residido prácticamente toda su vida.
Tras salir de la cárcel después de la guerra fundó junto con ^González de Lama, Luís López Santos, José Castro Ovejero, Anglada, Antonio Pereira, el también poeta Eugenio de Nora... la revista Espadaña, que sirvió de medio de expresión para muchos autores de la corriente llamada poesía desarraigada y que tuvo no pocos enfrentamientos con el régimen franquista.
Su obra abarca desde el existencialismo hasta las preocupaciones sociales.
En 2007 celebró su centésimo cumpleaños y recibió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo.

ALGUNAS OBRAS DE NARRATIVA: Historias de Chuma-Chuco (1971). Novela. Libro de San Marcos (1981). Biografía y novela. Los trenes no dejan huella. Historia secreta de una ciudad (1986). Novela. Los extraños terroristas de la Sábana Santa (marionetas, títeres y otros volatines) (1994).

ALGUNOS LIBROS DE POEMAS: Nuevos cantos de vida y esperanza (1951). Nuevos cantos de vida y esperanza II (1952). Libro de Santiago (1954). Furia y paloma (1956). Con la paz al hombro (1959). Tiempo de soledad (1962). Diálogo para un hombre solo (1963). El amor y la sangre (1966). Poesía total (1944-1966) (1967). Nuevas canciones para Elisa (1972). Lejos de esta lluvia tan amarga (1974). Los cercos (1976). Poesía (1944-1984) (1984). El mundo de José Jesús (1987). El cálido bullicio de la ceniza (1990). Ciudad de los poetas (1990). (Varios poetas) La escondida senda (1993). El fulgor de la memoria (1996).

ALGUNOS PREMIOS: 1963: Obtiene el Premio Nacional de Poesía Leopoldo Panero. 1966: Beca March de Literatura. 1965: Premio Punta Europa (Madrid). Premio Ciudad de Palma de Teatro. Premio Nueva España, de México (novela). Premio Ciudad de Barcelona de Poesía castellana. Premio de la Junta de Castilla y León de las Letras. 1991: Doctor Honoris Causa de la Universidad de León. Académico de Honor de la Institución "Fernán González" Burgos. Presidente de Honor del Instituto de Estudios Cidianos de Burgos. Miembro de la Academia Castellano-Leonesa de Poesía. Medalla de Oro de la Cámara Oficial de Comercio de León. Medalla de oro de Arte (Santander). Cronista Oficial de la Ciudad de León. Hijo adoptivo de León y de Villafranca del Bierzo. 1992: Leonés del año. Juglar de Honor de Fontiveros. 1998: Premio León Felipe de Poesía (junto a Eugenio de Nora)