jueves, 23 de diciembre de 2010

Historias del Ku Klux Klan (1): Quien siembra vientos recoge tempestades (*)

La efervescencia creada en USA tras la elección de Obama le ha dado al llamado Tea Party una fuerza notoria. Es una reacción de la más añeja sociedad yanqui, creemos, ante el peligro de avances sociales en  todo los Estados Unidos. Una alarma que cuando fue elegido vimos injustificada y que ahora se ha demostrado que teníamos razón. Releyendo una obra sobre el Ku Klux Klan nos ha venido la idea de que tal vez el Tea Party no sea mas una actualización de esa organición racista y reaccionaria. De hecho había un Klan que se llamaba, allá, por la década de 1920, 'Boston Tea Party. Bueno, pues para recordar las hazañas de aquel Ku Klux Klan vean, por ejemplo, el siguiente caso entonces muy sonado:

Fue en agosto de 1923. Varios centenares de miembros del Klan se reunieron en el local de los Individuos Singulares de Perth Amboy (Nueva Jersey). Entonces fueron atacados por miles de ciudadanos enfurecidos. Ni siquiera contando con en el refuerzo de los bomberos y las tropas del estado, la policía pudo contener a la airada muchedumbre. Cuando comenzaron las algaradas, dos automóviles llenos de miembros del Klan trataron de huir, aprovechándose de la confusión. Uno de los vehículos logró pasar pero el otro fue volcado y sus ocupantes golpeados. La policía apenas podía hacer otra cosa que intentar contener a la multitud fuera del local donde se celebraba un mitin. El pueblo era dueño de las calles. Los amotinados arrebataron un coche celular a la policía y agredieron a miembros del Klan que había en su interior. Un motorista de las fuerzas de orden público fue clavado en una puerta. La pasma, con cascos de acero, se abrió paso a golpes de porra hasta las bocas de riego, con el propósito de que los bomberos pudieran conectar sus mangas, pero la multitud se movió abalazándose sobre ellos y cortó las mangueras. Un miembro del Klan que intentaba pasar desapercibido entre la gente, fue golpeado contundentemente, hasta que perdió el conocimiento; sus agresores solo a duras penas cejaron en el intento de tirarlo a una cloaca hasta que un policía se vino hacia ellos gritando:

-¡Por el amor de Dios, no hagan eso! ¡Sería un asesinato!

A primeras horas de la mañana, el gentío aumentó; siguió cayendo una lluvia de ladrillos y piedras sobre el edificio donde estaban reunidos los miembros del Klan y los apurados policías. Por último, estos apelaron a los gases lacrimógenos, mas como había poca cantidad de bombas, les pareció más prudente tratar de poner a salvo a los miembros del Ku Klux Klan antes de que los efectos del gas cesaran. No obstante, cuando los sitiados trataron de salir corriendo por las puertas y salidas de incendios, se encontraron con la muchedumbre que había logrado reorganizarse para asaltar el edificio. La policía apenas tuvo tiempo de esconder en un establo anejo a un miembro del Klan que intentó esgrimir una pistola, mientras el airado gentío ciudadano registraba la comisaría de policía.
Cuando finalmente llegaron las tropas, se intentó sacar al resto de miembros del Klan por los tejados, para hacerlos trasvasar desde allí a los coches que ya estaban preparados para acogerlos. Pero la multitud se dio cuenta de la maniobra y se apoderó de dos de los coches, volcándolos y tirando al suelo a los miembros del Klan. Un coche celular cargado de miembros del Klan, que logró salir de la ciudad, fue detenido en la carretera por un grupo de personas que se dirigía con la intención de unirse a los revoltosos. Los atemorizados miembros del Klan fueron golpeados y aporreados, hasta que consiguieron refugiarse en los bosques cercanos mientras sus jubilosos atacantes se dedicaron a volcar la furgoneta.

Se tuvo que esperar hasta las cinco y media de la mañana para que el último miembro del Klan fuese conducido a comisaría. Allí tuvieron que esperar varias horas más, hasta que finalmente pudieron irse. Si bien, hay que decir que durante todo aquel día, los sospechosos de pertenecer al Ku Klux Klan aun fueron perseguidos por las calles, sus vehículos apedreados e incluso dos coches fueron lanzados al río Raritan.
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(1) Relato tomado de la obra de David M Chalmers 'Ku Klux Klan. Los americanos encapuchados 1865/1965'. Obra que les recomendamos.
(*) Título nuestro

viernes, 3 de diciembre de 2010

Mía Couto: Por qué será

¿Por qué será que la vida, cuando sufre, siempre busca el agua?

Mía Couto en 'Cronicando'

jueves, 27 de mayo de 2010

Omar Khayyam: Una Copa y Una Mujer (*)

***

Desde allende los tiempos se dice y repite que, allá, en la diversidad del Paraíso,

hay, en abundancia, para todo el mundo, bellísimas y muy excitantes mujeres,

y vino, y queso, y miel, y otras variadas delicias innombrables al alcance de la mano.

Si admitimos los cimientos de todos esos rumores, ¿quién osará criticarme porque

yo haya adorado una sola copa de vino, y una sola mujer, la bien amada, la mía?

-

(*) Versión de una rubayata de Omar Khayyam

lunes, 24 de mayo de 2010

Omar Khayyam: Bebe vino y oye esta verdad (*)

Esclavo, esclavo, ¡escucha, oh esclavo!: Aquellos que pasaron delante de los otros y partieron, ¿hacia dónde? ¡ellos mismos lo ignoran!

Lo que si es cierto es que se fueron deshaciendo poco a poco, y lentamente, en el polvo de la ilusión engañadora para siempre jamás.


Bebe vino y escucha esta verdad: Todo lo que ha sido dicho sobre el más allá  tiene la consistencia del viento y la solidez del humo,


fue polvo, si, fue polvareda, que algunos pícaros tiraron, lanzándola, sin piedad, cruelmente, a los clarísimos ojos de los ingenuos.


—¿Qué más? —¿Y tú, precisamente tú, me lo vienes a preguntar, asi, con esa frialdad? Bueno, pues nada más; esto es todo y nada más.


(*) Es una versión nuestra

jueves, 20 de mayo de 2010

Omar Khayyam: Sepultadme en la taberna (*)

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Cuando muera, lavad mi cuerpo con vino color de rubí.

Sumergidme repetidas veces en esa bebida redentora.

Mas si queréis hablarme en la última asamblea humana,

tras la cual nada más ocurrirá, para que me encontréis,

sin peligro de equivocaros, sepultadme en la taberna

bajo la mirada cariñosísima de las relucientes botellas

y no en iglesias, mezquitas, sinagogas, si me queréis.

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(*) Ambos, título y versión, son nuestros.
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martes, 4 de mayo de 2010

Omar Khayyam: Vino y Tulipanes (*) (1)

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Bebe vino: ¡Largo rato dormitarás 
bajo tierra sin mujer y sin amigos!


Oyeme este secreto: los tulipanes 
envejecidos no rejuvenecen jamás


(*) Título añadido
(1) Versión libérrima


viernes, 30 de abril de 2010

Gregorio San Juan: Parte por escrito / Idatzizko partea

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Cuando la nieve quema el horizonte
nos muerde la tristeza en los zapatos.
(Elurrak erre duenean zerumuga
kozkaka dugu zapatetan tristura.)
Venimos de las cómodas mentiras
y nos golpea la verdad de canto.
(Gezur erosoetatik gatoz
eta kantoiez jo gaitu egiak.)
Se sube por aquí hasta la morada
que hoy ocupa la muerte en pleno campo
donde habitó la paz y hay una madre
que llora desde lo último del llanto.
(Hemendik igotzen da heriotzak gaur
landa zabalean daukan  egonleku
garaietan bakearena zerena eta ama bat
dago han negarzotinen azken 
kondarrak hustutzen ari dena.)
Un ángel casi rubio, desde el cielo,
refugio tembloroso de los pájaros,
ve a su padre gastado por la pena,
llenándose de días y trabajos.
(Bere aita dakusa aingeru ia rubio batek
penaz akitua, egunez y lanez
kargatzen doana zeru
xorien abaro dardaratsutik.)
Porque esta es la cuestión: Esta es la tierra
prometida y negada a tantos brazos
de andaluza tristeza, de extremaña
resignación, de empuje castellano;
bíblica tierra donde el aire falta
y el cielo no se alcanza, de tan alto.
(Zeren hala bait da arazoa: hau dela
hainbat beso andaluziar tristurazkori,
extremadurar etsimeneskori eta
gaztelaniar oldarrari agindu,
agindu bai eta ukatu zaion lurra:
lur bibliko, non airez gabetuak eta zerua ere
hain gora egonik ihardetsi ezin dena.)
Sólo una voz nos grita desde dentro:
Caín, Caín, ¿qué has hecho de tu hermano?
Suburbio no es palabra e domingo
ni es todo esto para irlo pregonando,
suavizando la cosa, repartiendo
leches y catecismos diocesanos.
(Ahots bat bakarra derabilgu oihuka barrendik:
Kain, zer egin duk anaiarekin, Kain?
Hiribazter ez da hitz igandeetakoa
gauzak legunduz muturrekoak eta
kaetxina diozesanoak partitzen ibiltzekoa.)
Cuando la nieve quema el horizonte
y fallece la luz, pasan de largo
el mercader, el cura, las parejas,
y hasta el obispo y el samaritano.
(Elurrak erre duenean zerumuga
eta hiltzean argia, zaputz egingo dizu
merkatariak, apezak, eta bokoteek,
obispo edota samariarrak ere.)
Tanto dolor para llevarlo dentro
que yo sé que callar aquí es pecado.
(Hainbat samin isilik eramatekori mutu egitea
pekatu dena badakit nik.)
Por eso subo al monte atardecido,
aprieto el puño con mi fe y levanto
la voz si aun le Es dado al hombre oírla
o Dios quisiera echarles una mano.
(Horregatik noa mendira berandu,
nire sinesmenaz ukabila estutirik
eta horregatik altza dut ahotsa
ea baden entzuteko gizonik
edo nahi dien Jainkoak luzatu eskurik.)
-
(Del poemario "Antología Poética Vasca" (1) -Frankismoaren biktimei eta askatasunaren aldeko borrokariei omenaldia-", páginas 120, 121, 122, 123; Ediciones Vanguardia Obrera, S.A. //ya desaparecida//; calle Libertad, 7 tercero-derecha, Madrid 1987; traducción al euskera: Jon Arzallus Eguiguren (2); ISBN: 84-96293-38-3; D.L.: M-11182-1987; imprime: Gráficas Maluar, Sdad. Coop. Ltda)
(1) Antología dentro del 'Homenaje a las Víctimas del Franquismo y a los Luchadores por la Libertad'
(2) Que este poema sirva además para recordar la labor de Jon Arzallus Eguiguren quien tantos poemas tradujo y que no ha sido nombrado como se merece.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Pedro Faura: El Maquis (*) (1)

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(*) Canción. Letra y música de Pedro Faura (2) (UPA(3)-FRAP(4). Canción sobre los maquis españoles que, tras el fin de la guerra de 1936/1939, siguieron combatiendo con las armas en la mano contra la dictadura franquista, hasta bien entrados los años 50.
-
Fueron tiempos de dolor
de paseos a la muerte
de despedidas eternas
de resistencia valiente.
Fueron tiempos de guerrilla
de continuar luchando
y antes de dar el fusil
decíais
moriremos peleando.

Estribillo:
Que nadie deje las armas
que así no acaba una guerra
subamos a las montañas
defendamos nuestras tierras.

Y a las montañas subieron
dejando Ayora a sus pies
desde la sierra de Enguera
peleando hasta Teruel.

Campañero que caíste
trae tu valor y fusil
que la sangre que vertiste
ya nunca puede morir.

Estribillo:
Que nadie deje las armas
que así no acaba una guerra
subamos a las montañas
defendamos nuestras tierras.

No pudieron las traiciones
borrar tu ejemplo inmortal
porque hemos dicho basta
nuestro pueblo va a triunfar.
Y hoy una nueva España
de puños vuelve a nacer
con el fusil y la sangre
que tu nos dejaste ayer.

Estribillo:
Que nadie deje las armas
que así no acaba una guerra
subamos a las montañas
defendamos nuestras tierras.

(1) Canción y texto aclaratorio tomados del libro 'Cantos de combate y vida', página 81; ediciones JOVEN GUARDIA; JCE (M-L); C/ Arenal nº 1, 4º 1-28013, Madrid; el año de edición no lo vemos; aunque en lápiz aparece 'Irun 1986'; ignoramos si esa será una fecha correcta, pero podría ser aproximada, el lugar ya se lee que es Madrid)
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(2) Nombre de guerra o seudónimo del conocido músico Bernardo Fuster durante su militancia en el FRAP.
(3) Unión Popular de Artistas, organización miembro del FRAP.
(4) Consultar: http://es.wikipedia.org/wiki/Frente_Revolucionario_Antifascista_y_Patriota

martes, 9 de marzo de 2010

Rubén Darío Lotero (*): Alguien debiera preocuparse

Alguien debiera preocuparse, alguien como

yo, de que el antiguo edificio permanezca

fresco, y no sucio y olvidado, y de que

las palmeras del parque no se vuelvan viejas

esqueléticas.


(*) Poeta colombiano
__________

Poesía Libre. Revista de Poesía. Ministerio de Cultura, Managua (Nicaragua) Año VI. Número 16, abril de 1986.

Responsable: Julio Valle-Castillo

Consejo Editorial:

Carlos Calero (Monimbó); Juan Ramón Falcón (Condega); Marvin Ríos (Niquinohomo); Cony Pacheco (Subtiava); Gonzalo Martínez (Bluefields); Gerardo Gadea (Ejército Popular Sandinista)

martes, 23 de febrero de 2010

Rafael Alcides: Noticia

A Félix Pita Rodríguez
A Onelio Jorge Cardoso

Con un clavo
también se puede ayudar a la liberación.
Porque veamos:


Un clavo es un clavo.
Pero un clavo sembrado en la carretera del enemigo,
no es un clavo:
es un arma estratégica.


Por otra parte, los clavos,
como se sabe, no son difíciles de conseguir.


Incluso se pueden arrancar de las puertas.



(Palabras mas o menos escuchadas a Ly Van Sau, de las FALN vietnamitas en Cuba en 1965)

__________
Poesía Libre. Revista de Poesía. Ministerio de Cultura, Managua (Nicaragua) Año V. Número 15 diciembre de 1985.

Responsable: Julio Valle-Castillo

Consejo Editorial:
Carlos Calero (Monimbó); Juan Ramón Falcón (Condega); Marvin Ríos (Niquinohomo); Cony Pacheco (Subtiava); Gonzalo Martínez (Bluefields); Gerardo Gadea (Ejército Popular Sandinista)

jueves, 28 de enero de 2010

René Depestre: Un ciego Papá Hegel (*)

(homenaje, recuerdo y reconocimiento al martirizado pueblo haitiano que nos legó su rebeldía contra los esclavizadores y triunfó encabezado por sus jefes esclavos como ellos; homenaje, recuerdo y reconocimiento en uno de sus hijos, el poeta René Depestre)

René Depestre: Hegel por el Caribe

+
Papá Hegel es savia soberana
en el ramaje del pensamiento:
sus voces alemanas de filósofo
todavía peregrinan triunfantes
en torno a los seres, a las aves
y a las cosas bellas de la vida,
mientras su lámpara sigue ciega
al hundimiento de los Negros del mar Caribe.

¿Quizás por esto el océano
es un versificador dramático?

Papá Hegel se sabe de corrido
como su escritorio, la dialéctica
del ser y parecer en sociedad
de plantación: amo y esclavo
colonizador - originario
santo cristiano - loa vudú
francés - acriollado
blanco - negro - mulato
mas sus palabras forman sombras en torno
a los problemas de la máscara y la verdad.

¿Tal vez por esto mi vida
no es escalera de cristal?

Papá Hegel posee recias manos mágicas
de artesano para aclarar a plena luz del día
legislaciones y misterios de la gran historia
de la humanidad, mas carece de ojos fraternales
para las arterias que se precipitan, aturdidas,
atormentadas, por la jungla de la desdicha negra.

¿Acaso, quizás, tal vez, por esto, mi negra,
comemos y bailamos en la cocina
cuando es noche de fiesta en Occidente?

+
 
(versión libre de Iswe Letu)
 
(*) Título nuestro