viernes, 19 de enero de 2007

Clas Zilliacus: EDITH SÖDERGRAN


EDITH SÖDERGRAN

Que mi obra es poesía
Nadie puede negarlo.
Que sea verso, yo no lo afirmaría
E. Södergran

Por Clas Zilliacus

¿Cómo se puede presentar a Edith Södergran a gente que no conoce su poesía, pero sabe lo que es poesía? Así es como lo intenta un miembro de la Academia sueca, Gumar Ekelof, a un colega suyo, el poeta inglés W. H. Auden: Es una gran poetisa lírica… Una joven sueca de la diáspora valerosa y amorosa… Lástima que está oculta a los ojos del mundo… aún cuando su lenguaje tenga el aire de un viejo dialéctico eolio’.

Esta alusión al eolio puede hacer referencia a lo arcaico en el lenguaje en el escribe E. Södergran. Pero recordemos que Eolia tenía una gran tradición de literatura femenina: la legendario Safo. E. Södergran era también legendaria y el mundo ha entrado en contacto con su poesía.

La obra de Edith Södergran ha sido traducida a numerosos idiomas y el año de su centenario (1992) tres traducciones al español.

La reafirmación de Södergran como poetisa puede parecer tardía, pero hay dos grupos de gente que nunca han dejado de leerla: el primero son los poetas, impresionados por el valor con que creó su propia poesía; el segundo son mujeres, no poetisas, impresionadas por sus bellísimos poemas que proclaman grandes palabras como ‘estrellas, ‘felicidad, ‘rosas, que en el frío norte pocos se atreven a mencionar.

El feminismo ha encontrado en Edith Södergran un cantar de cantares. Ella misma escribió: mi aplomo se debe a que he descubierto mis propias dimensiones. No tengo por qué hacerme menos de lo que realmente soy’.

Hace 100 años que nació Edth Södergran y 66 que publicó en primer libro. Se titulo Poemas’ y fue el nacimiento del expresionismo nórdico. Södergran fue, también, figura clave del modernismo nórdico, que trató de liberarse de la rima, frente al modernismo de Rubén Darío.

Se ha dicho que fue una Kandinski poética’, que cortó repentinamente con los ensoñadores estados de ánimo de fin de siglo y ascendió con su fuerza musical y su color. Fue brutal y sorprendente. Siguió el planteamiento de los ‘imagistes de la poesía anglonorteamericana: ritmos libres, libertad temática y estructura abierta.

Sus padres eran finosuecos atraídos por el trabajo a San Petersburgo, donde trabajaba como técnico. Edith Södergran ingresó en un elegante colegio alemán, donde escribió en ese idioma, 200 poemas de adolescencia con rima y metro. Los demás los escribió en francés, ruso y sueco, aunque sigue influida por el ‘jugend alemán o acompañamiento sonoro.

Durante su vida convivió con la enfermedad de la tuberculosis, causa de las muerte de su padre en 1907. Igualmente enferma su hija, con lo que viaja constantemente buscando aire puro y cumbres alpinas: Finlandia, Suiza… Estas imágeens son anuncio de futuros paisajes líricos espirituales.

Con la Revolución de Octubre madre e hija, se vieron en la pobreza. Edith murió de tuberculosis en 1923.
La poesía de Edih Södergran no es el diario de una enferma, sino una forma de salir de la enfermedad: poemas contra la debilidad y la muerte, hasta que aceptó su fin. En el comienzo de esta aceptación surge su poema ‘Nada, donde busca consuelo con el hecho de que todos los labios cobran frescor con el tiempo’.

Influida por el elitismo nietzcheano, la antropología steineriana y Cristo en la lucha con la muerte y hacerla inofensiva.

Su huída de la vida y su refugio en la poesía hace difícil captar la renovación formal de su lírica. Edith Södergran creó un nuevo lenguaje, un metalenguaje: palabras cromáticas que hacen referencia al color, no del espectro, sino del mundo interior.

Se han publicado 5 libros de poesía, el último póstumo. Se escriben novelas y obras de teatro sobre E. Södergran y musicalizan sus poemas (Mª de Mar Bonet en España), se hacen discos y se emiten sellos de correo, se hacen tesis doctorales, se estudia su poesía. Interesa internacionalmente.

Con las traducciones a múltiples idiomas, ver cosas nuevas en su lenguaje es más fácil: cambiar de idioma es una forma de ver claro de nuevo.

(Resumen realizado por Amparo Moreno Blasco de la reseña ‘Clas Zilliacus: Edith Södergran; Madrid 8-10-1992’; reseña traducida por Jesús Pardo y enviada a la revista ‘Caminar conociendo’ por la Embajada de Finlandia)



Tomado de la revista ‘Caminar Conociendo’ nº 3, mayo de 1994, págs. 41-42. Revista ésta de la Junta de la Biblioteca Pública Municipal de Las Navas del Marqués (Ávila)





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