martes, 12 de mayo de 2009

De magreos, meneos y toqueteos; de la jodienda que no tiene enmienda -1- (*)

Manuscrito a Monseñor Urbano Tallaferro e Samosata
(título original)

Tomado de: http://senocri.blogcindario.com/2009/05/00256-anonimo-manuscrito-a-monsenor-urbano-tallaferro-a.html

Haciendo limpieza de papeles nos hemos encontrado estos textos que, posiblemente, alguien nos dejara para que los leyéramos y que, como tantos otros, han permanecido arrumbados en el rincón de los olvidos.
Parecen ser de algún principiante en la labor literaria, joven, además, pues trata del tema de la carne casi con clandestina veneración. Lo de joven lo decimos porque al principio se puede leer: 'Del poeta en ciernes, al cual la fama de otros vates lo anega a veces en suspiros de impotencia'.
Lo ponemos aquí por lo irreverente que quiere ser, por su sano anticlericalismo (un tanto tenue) entreverado de lujuriosa delectación. Tenemos que reconocer que no hay nada nuevo en esa necesidad de la carne en los clérigos para todo aquel que ha visto y ha oido; y menos ahora que hasta un presidente, que fue obispo, reconoce la debilidad del ser humano ante la atracción de la carne. Esa debilidad que a veces, muchas veces, se transforma en violación cuando no en asesinato. Es tan brutal que hasta el refrán lo reconocé así: 'Cuando las ganas de joder aprietan ni a los vivos ni a los muertos se respeta'. De eso saben mucho los esclavos que llevaron los negreros a América. Y los indios. En fin...
Lo pondremos como anónimo. Si alguno lo leyere y reconociere que es suyo le pondríamos su nombre. O si demuestra que es suyo y quiere que lo quitemos, obedeceros sus deseo. Mientras tanto quedará este 'Manuscrito a Monseñor Urbano Tallaferro e Samosata' como anónimo para elogio o crítica de los 'letraheridos' que se adentren por estos negros y africanos lugares.
*Comencemos:
Monseñor Urbano Tallaferro e Samosata
Nuncio Apostólico de Su Santidad en España
Pza. Callao, 12, ático 2ª
28003 - Madrid
Estimado señor:
Haciendo inventario y recopilando los papeles que mi tío dejó a su muerte, encontramos este manuscrito, ya preparado para serle enviado a su reverendísima.
Como desde hace años conozco la amistad que les unía, quise cumplir esta voluntad última de mi tío Anselmo y por mensajería urgente le mando el original completo a portes debidos, dado que mi familiar apenas legó bienes monetarios.
Le ruego encarecidamente que se haga cargo del costo del envío, y rece algún padrenuestro por el alma del finado, a quien, según tengo entendido, tanto cariño profesaba.
Reciba atenta salutación de
Iván Orozco Isleta
*LIBRO DE VOLUPTUOSIDADES
Compilado por el padre Anselmo Isleta Carantoña (1905-1996),
que en reposada y merecida paz descanse y en gloria permanezca
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Partes:
1ª: Dedicatoria del padre Anselmo Isleta Carantoña
*
2ª. Eufrasio Cascante. 1938
a) Descripción
b) Sin título
*
3ª: Genicio Bustamante. 1944
a) Descripción
b) Susañe Soñada
*
4ª: Nemesio Gualdrapa. 1969
a) Descripción
b) Elegía a Rémulo Roger, con quien tanto dormía
*
5ª: Brígida Vistalegre. 1977
a) Descripción
b) Coplas a la suerte de folgarse
*
6ª: Yovanna Carvajal. 1981
a) Descripción
b) 1. árbol o hierba; 2. Las dos miradas; 3. Bocarriba
*
7ª: Obdulia Prieto. 1990
a) Descripción
b) Epístola carnal a un párroco
*
8ª: Afrodisio Palomeque. 1995
a) Descripción
b) Ordeñar en domingo -Liturgia de la leche-
*
9ª: Palabras finales de don Anselmo
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1ª: Dedicatoria del padre Anselmo Isleta Carantoña

Puesto ya el pie en el estribo, monseñor, y viviendo menos por gana que por costumbre, me decido a enviarle este librillo singular, si un tanto escandaloso de motivos, sincero y cordial en su factura, que poco puede pedírsele ya a un libro.
Usted sobradamente conoce, padre, el cariño que siempre he dispensado al arte poética desde mis años mozos, y esta humilde crestomatía no es más que la prueba de ese amor y la confirmación de una atrevida costumbre que he mantenido a lo largo de mi labor pastoral, siempre en secreto y siempre con estéticas miras.
El hecho es que desde mi ordenamiento, di en pedir a cada uno de mis confesantes la escritura de un poema referido a sus pecados, uniendo a la usual penitencia esta modesta innovación, que buscaba fomentar en mis feligreses el arrepentimiento y la enmienda como la destreza literaria.
Huelga explicar la elección de la lujuria como pecado argumental, que las mayores desgracias son tan llevadas como traídas por esa desaforada flaqueza humana.
No hay excusa posible, es cierto, monseñor, a este loco divertimento de un pobre cura, aunque llegado ya a estas alturas de mi edad, digo yo que el Señor sabrá cómo comprender y perdonar, que poemas son al cabo y confesiones.
Lee pido igualmente, amado padre, su perdón y condescendencia, y rogando por su alma benemérita, beso sus pies humildemente.
(continuará)
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(*) Este título se lo hemos puesto nosotros. Los ilustraciones también

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